Pero no imposible,para DIOS...
Llevar la Palabra A TODOS,como quiere
nuestra IGLESIA.
Debemos abandonar,nuestros apegos a las cosas de
este mundo para pasar a ser ese granito de arena que
el SEÑOR necesita.
No niego que es un trabajo difícil y hasta veces
desgastante,existen dudas,interrogantes y somos impacientes,
queremos ver rápidamente los frutos.
Y ellos a veces se hacen rogar y no llegan.
Es allí cuando debemos discernir la importancia
de ser un discípulo de JESUS y la misión que tenemos.
NO HAGAMOS DEPENDER LA MISION ENCOMENDADA
EN NUESTRAS PROPIAS FUERZAS....
Confiemos en la GRACIA DE DIOS,consientes de nuestras debilidades
y desde allí proyectemos la evangelización para demostrar
la convicción de un verdadero discípulo de JESUS.
