CIUDAD DE JERUSALEN,
QUITATE ESA ROPA DE LUTO,
ALEJA TU TRISTEZA Y AMARGURA.
¡VISTETE PARA SIEMPRE CON EL PODER QUE DIOS TE DA!
QUE LA JUSTICIA DE DIOS
TE CUBRA COMO UN MANTO,
Y QUE EL PODER DE DIOS
SEA LA CORONA DE TU CABEZA...
BARUC 5: 1-2
SI NOS ARREPENTIMOS DE NUESTROS PECADOS Y PEDIMOS
DE CORAZON PERDON A DIOS...
POR SUPUESTO QUE SU MISMO PODER
SERA LA CORONA DE NUESTRA CABEZA.
Y ASI COMENZARA NUESTRA LIBERACION.
No hay comentarios:
Publicar un comentario